25/1/22
La distancia de los cuerpos.
15/1/17
Letter thru years...
24/10/16
Corta Historia
No fue la lluvia torrencial que cayó aquella noche la que me hizo extrañarte ni pensar que te había extrañado antes de esa noche. Se suele confundir el pensar en alguien y extrañar a alguien... no es lo mismo.
Pienso en ti constantemente. El sonido penetrante de las hebillas de tus botas que lograban opacar la sinfonía natural del viento cuando caminábamos por la ciudad, el brillo imaginario que solía tener tu sonrisa cuando, al charlar, nos dábamos cuenta de las mil y un cosas de las que podíamos platicar sin aburrirnos ni un instante... En las mareas profundas de tus cabellos en los que mis dedos podían nadar libremente sin correr peligro en las tormentas de tu oscuro pelo y en la sensación que invadía a mis manos el sentirte disfrutarlo. Pienso en tu boca y en la perspectiva tan linda que tiene mientras te miraba recostada en tu pecho y te escuchaba platicar de todo y de nada y yo entendía todo lo que decías aunque no dijeras nada. Pienso en lo imponente que eres frente a la gente, en como te miran al hablar, atentos. Pienso en como miras, como tus ojos forman todo un planeta distinto sólo por hacer lo que quieran y de pronto disuelven el mundo existente y a las personas que lo conforman y queda sólo lo que tus ojos miran y arden, arden y llueven. Pienso en como sonabas cuando te arreglabas frente al espejo y como sonabas frente a mí, detrás mío, debajo mío, lejos de mí. Pienso en ti repitiendo mi nombre. Pienso en ti llamando y esperando por mí. Pienso en ti sin poderte tocar, deseable e imposible y pienso en ti derretido con tu cuerpo entre mis manos diluido en deseo e impotencia. Pienso en tus ojos volviéndose Alba mientras mirabas mi espalda y en como te transformabas en atardecer. Pienso en ti en el vacío oscuro de una habitación que no conozco. Pienso en un tú en el vacío intenso de mi habitación, un oscuro tú qué desconozco. Pienso en ti en el beso matutino del café y en la marca que dejan los labios en la orilla de la taza y cuando espero veinte minutos en la fila, me quedo riendo pensando en que tú ya te hubieras largado de aquel lugar. Te pienso en los desayunos del domingo y en las pláticas profundas que terminaron en besos y dulces de menta. Pensaba en ti perdido entre la gente y riendo de quien sabe que cosas mientras te miraba esperando que lo notases.
Nunca pasé una noche de lluvia contigo pero esa tormenta te trajo consigo. Curioso e inesperado, como tú. Esa noche la lluvia no olía a tierra mojada. Esa noche olía a ti. Olía a tu café de la mañana, al licor de tu boca nocturna, a ti al salir de la ducha, a ti siendo tú entre el mundo que nos rodea. Esa noche, después de la tormenta, el cielo quedó claro y las estrellas fueron tus ojos mientras charlábamos, fueron el brillo de tu boca en mi perspectiva desde tu pecho, fue el beso, tu beso, tus besos. No fue ni la noche ni la tormenta, fue el inexistente tú, el eterno tú, el incontrolable tú, el misterioso tú y el tú en mí lo que me hizo extrañarte.
Ayumi Jane.
6/10/15
Cuerpos terrenales.
Ya no hay amor a la noche, ya la luna no es mirada igual, ya las calles no traen deseo consigo ni hay belleza en lo grotesco, sigue grotesco; ya no pertenecemos a nada.
Nos hemos encerrado en nuestra burbuja de confort para no darnos cuenta que somos el cambio, nos encerramos para no ser parte de él y que no se altere nuestro entorno. ¿ A qué nos aferramos realmente? No tenemos nada. Lloramos porque creemos que debe doler, reímos porque creemos que debemos reír, intentamos sentir porque creemos que es lo que sigue pero dentro no hay nada. Nadie cree en leer y me quedo falta de palabras por ello; besan y son faltos de emociones... todo es predeterminado, están vacíos.
Lloro porque no quiero no sentir, soy intensa porque necesito seguir sintiendo para seguir perteneciendo a mí y no a ellos. Perderme, irme con el viento que sopla en mí pero escalda sus caras. Quiero seguirme dejando en las tibias noches de mi acogedor infierno donde todo pierde sentido, a veces hasta yo.
Siempre he estado tan llena y tan vacía y muchas veces he intentado vaciar y llenarme y volver a vaciarme y así tener la oportunidad de llenarme de nuevo. ¿Dónde estoy? ¿Quién soy? ¿En cuál de todas mis máscaras terminaré transformándome para dejar a mi YO vagando en el limbo astral de la sociedad? Me lleno de momentos y de recuerdos porque no hay nada y me aferro a todo porque quiero sentir, necesito sentir y seguir sintiéndome viva.
Peras al olmo.
Siento que me seco y que me pierdo y que me muero de sobredosis, mi alma aún no ha aprendido de puntos medios.
A mi bosque le falta tu invierno,
a mi cuerpo, tus manos frías,
a mi locura, tus dudas,
a mis noches, tus manías.
Estoy tan llena y sigo aquí con las manos vacías.
Ayumi Jane.
3/9/15
30/8/15
De una noche.
no quiero quedarme
adherida a tus implacables
miradas
no quiero perderme
entre tus ardientes caricias
no quiero pensarte
en el silencio mortífero
mientras mis ansiosos
muslos se abren
para esperarte.
No quiero ser
la cegadora luz
al final de tus mentiras esmeralda
ni la brillante luna azul
que ilumina tu estepario andar
no quiero beber a tu lado
el negro y caliente café
ni el vino tinto de las cinco
no quiero ser
botón de primavera
ni tu ardiente sol veraniego
ni tibio abrigo de otoño
ni hogareño fuego de invierno.
No,
no quiero rescatarte
de las pesadillas sociales
no quiero agregarte+
a mis fantasías celestiales
no quiero ser alfil
ni caballo
ni reina
no quiero ser torre
ni artillera
no,
ahora que te tengo
prendido a mi cadera
encendiendo mi alma
no quiero ser todo ni
quiero ser nada.
No quiero
ser
no quiero ser.
No quiero que seas
dueño
de mis hojas
de mis ramas
de mis frutos
de mis besos.
En la cima agónica de tus manías
no quiero ser el girasol
que con el alba germina.
No,
no quiero ser yo la perdida
dentro de tus eternos fiordos
ni ser el dragón que muere
bajo el fiero yugo
de tu incesante espada
porque dentro de tus ojos
me reflejo
en su azogue como espejos
y me creo la mentira
de que soy todo para ellos.
No,
no quiero ser el caldero
burbujeante
no quiero ser
el bosque encantado
poco tengo ya
para, después de todo,
volverme un ser devorado
no, no quiero despertar
con el canto de tu sexo
ni volverme el manantial
donde calmar
la emética sed de tu alma.
No,
no quiero. Paga y vete.
29/5/15
Reloj.
Ayumi Jane.