Nada, todo. Fin.

He decidido dejar de respirar tu aroma al despertar, he dejado de sentir tu brisa al amar y no veo vuelta de regreso a tus brazos, ya no sé por donde pasar para olvidarme de tus labios.
Mírame. Ya no me veo radiante como antes, ya no me siento yo, no te siento a ti. No siento nada.
De noche el viento ya no canta como solía hacerlo, la luna ya no me mira como acostumbraba y mis manos han dejado de escribir. Siénteme, he empezado a secarme. Tus palabras ya no resuenan en mis sueños, tus caricias ya no me reflejan realidad. Eres solo el complemento a mi melancolía. Has dejado de ser quien me llenaba de alegría, de sonrisas, de placer. Has olvidado lo que fuimos al principio ¿Si pasó? ¿Fuiste mío alguna vez? NO volteo hacia atrás pero quisiera regresar un poco a cuando nuestro cariño solía cantar. Ya empiezo a divagar, a perder la calma. A veces empiezo a llorar, a sufrir... A veces no quiero recordar. ¿Cómo hago para hacerte regresar? Mírame. Ya no siento nada, ya no tengo nada. Mis dedos ya no destilan, mis mareas ya no suben, mis lunas ya no se llenan. Suelo menguar, por ti, por ti, por aquellas noches en que no dejabas de dormir en mí.

Viento.

Solía subir a esa colina y respirar aire fresco y escuchar como susurraba, a mi oído, el viento sus sinfonías.

Me sentaba a sentir el pasto con mis manos, a respirar profundo la esencia de las flores a mi alrededor. Olores dulces, podía sentir los colores en sus aromas. El ligero canto de las aves le hacían coros al viento. El pasto húmedo entre mis dedos, pequeños placeres.

Cerraba los ojos, escuchaba y sentía. Imaginaba. Me perdía en mis adentros. Imágenes de recuerdos invadían mi mente, ninguno concreto; flashes contínuos. Se me erizaba la piel, el viento la acariciaba. Seguía escuchando su música que, a momentos, parecía silencio eterno. Me agrada el silencio.

Abrir los ojos y admirar el cielo despejado me llenaba de alegría. Me gusta mirar las nubes. Las envidio por poder viajar a donde y como las mueva el viento. ¡Qué hermosos conciertos de viento se han de apreciar entre ellas!

Respiraba profundo, me invadía de ese viento. Me volvía música.

 Solía ser música en esa colina.    

Ayumi. 

Silencio.

Hay tanta melancolía en éste amanecer sin ti

y es que a mi almohada le faltas

no es que no pueda vivir sin tus besos

es que a mi cuerpo le falta tu esencia.

Parto desde donde tu sentir empieza

y me voy hundiendo profundo en tu mirar

siento en el alma ese ardor pasional

me adentro en tus fantasías

que queman por dentro

me amarras lento

me siento en plenitud al acariciar tu piel

que se eriza poco a poco

bajo mis dedos, bajo la miel.

Vas marcando los tiempos

me dejo querer

y siento como gotas de placer

se acumulan en mis muslos

en tu espalda, en nuestras manos.

Me quedo prendida de ese recuerdo

y te añoro a cada momento.

El destelleante color de tus manías

la agonía de mis manos sin ti

mientras buscan una salida para todo éste sentir.

Mis mareas altas y mis playas abandonadas

mis desiertos, mis locuras

mi escondite tu cuerpo. 

Quiero aferrarme a tu curvada espalda

a tus colinas, tus verdes valles

y sembrar mis flores

ser tu jardín

y que veas estrellas y lunas doradas

al acariciar mis hierbas frescas cuando cae la noche.

Hay tanto placer en los amaneceres en ti.

Ayumi ♥

Morning Light.

Hoy pensé en ti. NO es que no lo haga es que me gusta sacar recuerdos poco a poco, de vez en vez solo para mantenerlos vivos. Recordar tanto podría gastarlos, se sentirían agotados, después se verían amarillos, usados o muy vividos. Me encanta cuando llegan espontáneos provocados por el momento. No es que los provocados por mi no me satisfagan igual. Los que llegan en un instante inesperado, en un lugar conocido o quizás insospechado con una canción ya escuchada o tal vez la letra o la melodía traigan algo consigo o puede que solo sean detalles que susurre el viento y me hagan recordarte, esos saben diferente. No mal, no mejor, diferente. Es curioso como a veces hasta el más pequeño detalle me hace pensarte.
Hoy, por ejemplo, he gastado uno de esos momentos. He sacado uno de los recuerdos de su gaveta dentro de un armario de mi memoria. Desperté pensando en tu nombre y con las sábanas entre las piernas. Sentí que te abrazaba. Me quedé recostada para sentirte un poco más y empecé a recordar.

Una mañana de  nuestro primer invierno. La luz del amanecer entraba por el pequeño pedazo de la ventana que por la noche había quedado sin cubrirse por la cortina. Los rayos clandestinos del alba nos daban en la cara. La música había seguido sonando desde que nos habíamos perdido en el sueño. Explotions in the Sky le daba la bienvenida al nuevo día. Intentar no moverte hubiera sido inútil, tu brazo izquierdo me rodeaba la cintura y podía sentir tu descansar en mi nuca. Me moví para lentarme, te moviste y refunfuñaste. Lo frío del piso en mis pies y la luz del sol directo en mi cuerpo. Sentí tu mirada. Volteé a verte - Deja de mirarme - dijiste, - cierra la cortina y vuelve a abrazarme.- Cerré la cortina. The Samuel Jackson Five comenzaba a sonar mientras yo me recostaba en la cama y me acurrucaba a tu lado. Te rodeé con mi brazo y besaste mi mano.

La mañana no era lo mismo sin ti pero era hora de terminar de saborear el momento, guardar el recuerdo y despertar.

Ayumi ♥

H muda.

Soy cometa
constante
intensa
eterna
latente.

Muero entre destellos
magnetos
me atrapan
me pierdo
al centro, momentos
se escapan
me alejo.

Siluetas transparentes
impacientes
coquetas
materia concreta
pequeña

Hada añorada
abandonada
acomplejada
en su bosque
enterrada
olvidada
quizá en algún tiempo
amada
deseada
y en verde
y en humo
extasiada.


Ayumi♫

"Tengo sus notas en mis ojos, en mi piel, en mis manos. Intento guardar el momento en una mirada eterna, en un besos pasional, en una caricia que me quema por dentro haciendo que lo desee más."

Ayumi 

Lluvia

 Me gusta sentarme a ver la lluvia caer me recuerda tanto a ti.

Recuerdo haber escuchado en alguna película decir: Mi abuela decía que Dios está en la lluvia... Podría cambiar eso por la tranquilidad que encuentro en la lluvia al verla caer o al sentirla sobre mí. Me recuerdo jugando bajo ella, brincando en los charcos. El tacto sutil de una lluvia tenue donde no hay que preocuparse por nada más que por disfrutarla. No basta estar un rato, dejas de sentir el frío te adecuas a ella. Acaricia tu piel mientras te rodea de su música. Sientes como canta cada gota que cae en ti y a tu alrededor. No hay nada más.

Me gusta sentir la lluvia, me recuerda tanto a ti.


Ayumi.

"En la eternidad de mis adentros te guardo en memorable santuario que tus manos me hacen alejarme del pasado y regalarle todo mi ser a tu presente. Dejo de estar seca de nostalgias y me inundas de alegrías y calmas y notas y noches y pasiones y de ti. Llego a encontrarme perdida sin tu aliento es que me siento desnuda sin tus manos en cuerpo. Ya nis notas no suenan si no las tocas tú y si tus dedos no se escurren entre las sábanas y yo. Me he dedicado a marcar el tiempo en tus lunares y a grabarte en mi memoria cual sinfonías resonantes. Dame de tus labios ese éxtasis terrenal que quiero probar todo el tiempo al juntos estar. No puedo dejarte de besar, me siento adherida a tu alma, a tu karma, a tu ser. "

Ayumi Hikayu.