No sé que decir, no sé
que hacer cuando mis ojos solo tienen delante una espesa capa de niebla. Cuando
sólo veo un vacío blanco. Recurro a ti, recurro a mí. Siento que siempre me
has ayudado. Me has enseñado a aceptar la vida que me ha tocado vivir. Ahora te
pido que me ayudes, dime qué debo hacer! No es fácil eso es algo que he venido
notando. No puede ser difícil no tendría objeto esto. Te hablo y sé que estas
ahí; sé que me escuchas, también te escucho. Normalmente me traiciono. No
sé por que lo hago, no sé que hacer contigo, no sé que hacer conmigo. Siento
como si solo estuvieras para divertirte de mi sufrimiento. Me engañas, es
extraño. ¿No te das cuenta que solo nos estás lastimando? Por eso te pido, tú que eres parte del todo, deja de remendarte, soporta las heridas que has
aceptado recibir. La belleza que dentro llevas es la misma que me has
dado y que el sufrimiento por el que atraviesas es el que nos ha cegado. No sé,
ahí dentro ha de ser difícil vivir sin presiones, siempre tras tus paredes
infalibles, aislantes, cálidas, engañosas. Me has enseñado tanto y
nuestros errores nos han traído lo que tenemos en este momento agobiándonos y,
sin embargo, sigo aquí escuchándote, ¿Cómo podemos ser tan estúpidos? Sabemos
lo que nos molesta y lo seguimos llevando a cuestas. Poco a poco nos vamos
odiando. Si sabemos que estamos juntos ¿Cómo podemos vivir con este
error? ¿Cómo podremos vivir uno en el otro? si poco a poco dejamos de escuchar
nuestras voces hasta llegar el momento que ni siquiera nos recordemos y sigamos estando juntos. Tú ahí dentro, yo aquí afuera y a pesar de que estoy a la
intemperie, cada vez siento más que lo que provoqué por tu culpa acaba lastimándote
más a ti que a mí. ¡Qué estúpido decir esto si somos uno solo! Yo solo soy el
muro que te retiene de explotar pero ¿de qué sirve si yo exploto?
¿Por qué siempre te
escucho? ¿Será porque te llevo tan dentro que no te puedo sacar? moriría. Sólo
espero el momento en que tus engaños se conviertan en verdades. No sé cuando suceda esto, no sé si sabré escucharte para ese momento.
Ayumi Hikayu♫
Ayumi Hikayu♫
1 comentario:
Que hermosa es la petición. El arte de la segunda persona, la suplica y el rezo.. el don del dedo.
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