Mátame dentro de tu noche y déjame eterna entre tus sueños a cumplir. Hay un gran camino recorrido entre tu piel y mi piel y de tus besos a mis labios no había más que deseos compuestos de canciones y emociones. Aquí hay unas cuantas sensaciones impregnadas de tinta que no sabe mentir. Es que son solo palabras lo que puedo dar de mí: escritas, habladas y son todo lo que quiero decir. Arrástrame con tus ausencias, sinfonías de miradas que se clavan en la noche como estrellas que deslumbran al mirar fijamente. Ya no recuerdo más tus pasos detrás de mis andanzas. ¿Sueños rotos? Eso pisamos al estrellarse el barco. Quizá todo es obra de mi memoria que se niega a recordarte como eres. Ahora te recreo en diferentes modalidades que no se cual sea la verdadera. Nos hemos puesto máscaras de ternura, de paciencia y de nostalgia cuando en realidad ya no es nada de lo que se pensaba.
11/11/11
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