18/10/08

A mi lado

A MI LADO


Hoy descubrí que tu sonrisa es mi alegría,
Que tus labios son la suavidad que tiene tu piel,
Que tus ojos son el tesoro de mi felicidad.


El sol, hoy brilla por que estas cerca de mi,
Pero sin ti mi vida tendría fin,
Hoy estando cerca de ti mis ilusiones vuelven a vivir.


Solo tu me das la alegría que me faltaba
Junto con tus besos, la mitad que me faltaba,
Y en tus brazos la condena de estar atada a tu lado.


Hoy te extraño pero se que mañana estarás a mi lado,
Por que estando cerca de ti mis heridas son solo marcas del pasado
Y por que se que siempre seré tu fan aun estando enterrada


Te amo por que eres mi sueño anhelado
Te amo por que eres la salvación de mis ilusiones
Te amo por que contigo le encuentro sentido a mis sueños apagados
Te amo por que sigues viviendo a mi lado


Hoy seré para siempre la vida, teniéndote a mi lado.




Dark Fairy

16/10/08

La Bestia

La Bestia

Sus ojos viento amargo…

Sus labios, desdén maldito…

Su cuerpo, la perdición de mi alma…

El día moría lentamente bajo sus pasos, su cabello rozaba con gracia su rostro mientras yo me perdía en miles de fantasías amasadas en un bosquejo de dolor y ensueño.

Ella caminaba sensual sobre la calle, sus labios eran rojos como la sangre que corría por sus venas tibias…

- Buena tarde

Saludaba como siempre, con esa voz delicada que llenaba de angustia un corazón desgastado y a punto de estallar.

A veces me obligaba a salir de la realidad, a caminar por senderos de espinas envenenadas con su llanto, las notas de sus pasos sobre el asfalto resonaban fuerte en mí cabeza, era como si miles de taladros se guiaran a través de las ondas y cercenaran mi cerebro lentamente.

Su voz se escuchaba desde tres calles atrás, sus pasos lentos pero firmes la dirigían siempre al mismo lugar, su nombre era como miles de estrellas sangrando por dentro, como cuando los ángeles caen y mueren pisoteados por los pecados.

La noche recobró su aliento y con ella mi fuerza, indescriptiblemente hirvió en mis entrañas…

Mis pasos aún más largos llegaron al portal… no fue difícil abrir la puerta, con un movimiento ágil yo estaba dentro… su respiración tranquila me susurró que no habría problema… Ella Dormía.

Un camisón azul marino colgaba de delicados tirantes hasta el piso, un pronunciado escote despertaba la bestia que alguna vez durmió dentro de mí…

Sus ojos se abrieron tan pronto un tropiezo vulgar e inocente rompió la estela del silencio… su boca intentó en vano pronunciar una palabra, ella ya era mía, sus delgados brazos trataban de luchar contra una sombra que le cubría los labios con su beso de muerte…

Sofocada y cansada dejó caer sus brazos a los lados de su delgado cuerpo mientras el mío se posaba lentamente sobre él; como un susurro mis palabras inundaron la habitación:

- Ud. ha sido el néctar que la rosa ha ahogado, ud. bella mujer ha decidido abrir el manantial de la lujuria que ahora me consume, soy presa del deseo y el éxtasis, en que esta noche su piel blanca y suave repose en un lecho ajeno a mi sangre, en que esta noche sea su final… que mientras muero entre sus brazos; ud. arderá entre delirio y pena… repose su cuerpo, que la furia le invada pues hoy los demonios comerán su alma como yo su carne.

Su cuerpo se agitó bruscamente sin lograr nada… el susurro de su llanto penetró mi cabeza mientras mi sexo se tensaba en la cúspide, como un mazo preparado para atacar…

El grito de su garganta fue atroz y excitante, mi cuerpo insano abrió sus piernas y como una lanza que atraviesa su carnada así mi sexo ardiente y despiadado atravesó la pureza que alguna vez embargó su cuerpo.

Su camisón eran trozos de escarcha que se deshacían con el calor de mi cuerpo, su sexo era un deleite entre mis dedos, hinchado, expuesto ante mis placeres, sostuve poco tiempo aquellas delicadas manos, pues pronto, como si la piedad no existiera estaban ceñidas por la tela de sus sábanas. Mi lengua recorrió desesperadamente aquél manantial donde mi sed era calmada mientras sus gritos eran como una dulce tonada…

Un chorro de fluido invadió mi pecho, su cuerpo explotaba entre lágrimas y gemidos, entre ella y yo…

Su rostro bañado en semen era como un ángel que hubiese rosado una nube helada… pero no era suficiente…

La tela hacía yagas en sus delicadas muñecas, sus senos antes vírgenes despertaron una vez más mi hambre, mis labios succionaron hasta que un río de sangre convirtió las sábanas en dulces esponjas rojas, sus pezones reposaban en mi boca mientras su dolor aumentaba, era como una bestia reclamando el poderío, era como si un instinto se hiciera notar más allá de lo visible y desesperado arranqué un trozo de su seno hinchado, su carne era la más suave y suculenta, su sangre era mía y yo deseaba más…. Siempre un poco más…

Su cuerpo mutilado desmayaba por su agonía mientras yo comía más y más y más…

Pronto un último susurró aulló en el silencio, la muerte la apartaba de mi lado… sus ojos me miraron con desencanto mientras su mano arrancada era devorada por mí…

- No me mires así dulce ángel mío… Tal vez necesites descansar… y yo necesite algo para recordar…

La noche murió como tantas otras; mi cuerpo no respondía como cada mañana, mis entrañas se retorcían como después de un buen banquete mientras los perros salvajes eran acusados de otra muerte… mientras yo miraba al otro lado de la calle… mientras observaba mi próximo bocadillo.



Dark Fairy