24/9/09

ParadOjas



Realmente nunca supe

si,

llorar sonrisas

y sentir soledad

o

llorar soledad

y sentir sonrisas,

vivir un sueño

y extrañar sus ojos

o

vivir sus ojos

y extrañar un sueño, y tocar sus ojos

y robar su alma

o

tocar su alma

y robar sus labios,

abrazarte a ti y matar el tiempo

o

matar el tiempo

o, abrazar el tiempo

y morir contigo.

6/9/09

septiembre-09


Caminé por toda la orilla del mar y la noche calmada y azul me acobijaba con su eterno manto de estrellas y la luna besaba mis pasos y me hacia compañía. Quise recordar un poco mas de timas no lo conseguí, solo tenia imágenes borrosas, audio maltrecho y palabras al viento que alguna vez tuve en mi cabeza.
No recordé momentos, no recordé abrazos, no recordé besos ni pasión. Tenía borradas tus caricias, destruidos tus cariños fingidos; no recordé nada que pudiera hablarme mas de ti y de lo que pasó. Una persona no ama a un extraño, no pensaría en un misterio, en una incógnita; uno se enamora de las miradas eternas, de las caricias sinceras, de las palabras traviesas que atraviesan tu cuerpo con un gran estremecer.
Pensé en porque seguir fingiendo una situación que jamás pasará, que los intentos se quedan en palabras, que una persona no cambia, que los sentimientos se esfuman a la nada, que tu y yo no somos nada.
No pude recordar tu cara, ni tu boca, ni tus besos pero si recordé que estando y siendo donde estoy y lo que soy no puedo estar así.
Y sentí, por fin, la gloriosa calma y el dulce tueste de la libertad.


Ayumi.

3/9/09

Frente al altar


FRENTE AL ALTAR

- Quien tenga algún impedimento para esta unión que hable ahora o calle para siempre...
Quise gritar pero no pude, me dolió tanto perderte, que olvidaras todo lo que paso. Desde las sombras contemplaba tu unión con aquella que tomo mi lugar; estuve apunto de caer pero pude resistir. Te vi partir a su lado en medio de festejos y alborotos que destrozaban lo poco que ya quedaba de mi corazón.

Partí hacia lo más recóndito de mi cueva con trozos de recuerdos hermosos; después de llorar y blasfemar hasta el cansancio decidí tomar venganza por la muerte de mi corazón.

OH! dulce venganza!, proclamaba su nombre e imaginaba su cumplimiento...

- Dejando muerto el tuyo -gritaba a tu imagen- cumpliré mi venganza.

Me llene de odio, ese que me fortaleció.

Te busque, te encontré, la acecine y con ella a tu corazón. Y ahora mírate con los ojos llenos de rencor, dolor y miedo mirando la daga ensangrentada pensando en el dolor que tu pobre amada sintió a la hora en que esta penetraba su cuerpo débil... Ja! Gustoso es el verte así, con el corazón muerto como el mío lo ha estado desde tu traición.

Te preguntaras por que te he traído hasta aquí, el lugar de tu boda; la respuesta es muy fácil... Quise traerte al lugar donde murió mi corazón, mis ilusiones, todo el amor que ahora es odio, aquí es la tumba de todo lo que dejaste morir y aquí será la tuya, aquí quedara tu cuerpo frió e inerte.

Disfruto como la daga corta tu piel, como hace brotar ese liquido rojo vital, disfruto y gozo tu dolor, tu agonía, tus gritos, el mirar como te retuerces por el dolor que provoca la daga penetrando en tu cuerpo; lástima que ese gozo terminara pronto cuando deje tu cuerpo ya sin vida en este lugar. Siempre en mi mente y ser quedará el placentero gozo de mi venganza.

Por que aquí murió mi corazón y tu cuerpo.

Aquí frente al altar...


Edith Rangel

1/9/09

Estos besos...


Nos veriamos esa tarde en la esquina de siempre y me habia llevado el dia entero en tomar valor para ese encuentro después de tanto tiempo deseando que sientas lo mismo que yo; seria mi juicio final para saber que pasará con esto.

Llegué al lugar acordado, a la hora indicada y me detuve en el parque al otro lado de la calle imaginando cosas, preguntandome otras y viendo pasar a la gente, los autos, los tiempos de todo y yo te esperaba. Me senté en una banca desde la que se veia nuestra esquina; tomé mi bolso y saque mis cigarros, mi encendedor mientras escuchaba mi musica pensando en todo lo que diria al verte. Asi se fueron cigarro tras cigarro y comenzó a llover. Me quedé ahi pasamada, sin preguntas ni respuestas, ni imagenes ni palabras solo sintiendo las gotas de lluvia que caian sobre mi empapandome de una tranquilidad y una calma que no había sentido jamás. Y fue bajo esa lluvia, que calmaba mis pensamientos, que te vi llegar con un ramo de rosas y una enorme sonrisa que reflejaba tu alegria. Corrí hacia ti, me pare frente tuyo y me besaste. Un suspiro acompañado de un suculento escalofrio recorrieron mi cuerpo y mis brazos no pudieron evitar abrazarte. -Anhelaba este momento,este cuerpo, estos labios, estos besos que jamás pude olvidar.
Gracias, tú me haces existir.




Ayumi.