21/4/10

Asunción de ti


1
Quién hubiera creído que se hallaba
sola en el aire, oculta,
tu mirada.
Quién hubiera creído esa terrible
ocasión de nacer puesto al alcance
de mi suerte y mis ojos,
que tú y yo iríamos, despojados
de todo bien, de todo mal, de todo,
a aherrojarnos en el mismo silencio,
a inclinarnos sobre la misma fuente
para vernos y vernos
mutuamente espiados en el fondo,
temblando desde el agua,
descubriendo, pretendiendo alcanzar
quién eras tú detrás de esa cortina,
quién era yo detrás de mí.
Y todavía no hemos visto nada.
Espero que alguien venga, inexorable,
siempre temo y espero,
y acabe por nombrarnos en un signo,
por situarnos en ualguna estación
por dejarnos allí, como dos gritos
de asombro.
Pero nunca será, Tú no eres ése,
yo no soy ésa, ésos, los que fuimos
antes de ser nosotros.
Eras sí pero ahora
suenas un poco a mí.
Era sí pero ahora
vengo un poco de ti.
No demasiado, solamente un toque,
acaso un leve rasgo familiar,
pero que fuerce a todos a abarcarnos
a ti y a mí cuando nos piensen solos.

2
Hemos llegado al crepúsuculo neutro
donde el día y la oche se funden y se igualan.
Nadie podrá olvidar este descanso.
Pasa sobre mis párpados el cielo fácil
a dejarme los ojos vacíos de cuidad.
No pienses ahora en el tiempo de agujas,
en el tiempo de pobres desesperaciones.
Ahora sólo existe el anhleo desnudo,
el sol que se desprende de sus nubes de llanto,
tu rostro que se interna noche adentro
hasta sólo ser voz y rumor de sonrisa.

3

Puedes querer al alba
cuando ames.
Puedes
venir a reclamarme como eras.
He consevrado intacto tu paisaje.
Lo dejaré en tus manos
cuando éstas lleguen, como siempre,
anunciándote.
Puedes
venir a reclamarme como eras.
Aunque ya no seas tú.
Aunque mi voz te espere
sola en su azar
quemando
y tu sueño sea eso y mucho más.
Puedes amar al alba
cuando quieras.
Mi soledad ha aprendido a ostentarte.
Esta noche, otra noche
tú estarás
y volverá a gemir el tiempo giratorio
y los labios dirán
esta paz ahora esta paz ahora.
Ahora puedes venir a reclamarte,
penetrar en tus sábanas de alegre angustia,
reconocer tu tibio corazón sin excusas,
los cuadros persuadisos,
saberte aquí.
Habrá para vivir cualquier huida
y el momento de la espuma y el sol
que aquí permanecieron.
Habrá para aprender otra piedad
y el momento del sueño y el amor
que aquí permanecieron.
ESta noche, otra noche
tú estarás,
tibio estarás al alcance de mis ojos,
lejos ya de la ausencia que no nos pertenece.
He conservado intacto tu paisaje
pero no sé hasta donde está intacto sin ti,
sin que tú le prometas horizontes de niebla,
sin que tú le reclames su ventana de arena.
Puedes querer al alba cuando ames.
Debes venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú,
aunque contigo traigas
dolor y otros milagros.
Aunque seas otro rostro
de tu h¿cielo hacia mí.

Ausencia de Dios

Digamos que te aljeas definitivamente
hacia el pozo del olvido que prefieres,
pero la mejor parte de tu espacio,
en realidad la única parte constante de tu espacio,
quedará para siempre en mi, doliente,
persuadida, frustrada, silenciosa,
quedará en mí tu corazón inerte y sustancial,
tu corazón de una promesa única
en mí qeu estoy eternamente sola
sobreviviéndote.

Después de ese dolor redondo y eficaz,
pacientemente agrio, de invencible ternura,
ya no importa que use tu insoportable ausencia
ni que me atreva a preguntar si cabes
como siempre en una palabra.

Lo cierto es que ahora ya no estás en mi noche
desgarradoramente idéntica a las otras
que repetí buscándote, rodeándote.
Hay solamente un eco irremediable
de mi voz como niña, esa que no sabía.

Ahora qué miedo inútil, qué vergüenza
no tener oración para morder,
no tener fe para clavar las uñas,
no tener nada más que la noche,
saber que Dios se muere, se resbala,
que Dios retrocede con los brazos cerrados,
con los labios cerrados, con la niebla,
como un campanario atrozmente en ruinas
que desandara siglos de ceniza.

Es tarde. Sin embargo yo daría
todos los juramentos y las lluvias,
las paredes con insultos y mimos,
las ventanas de invierno, el mar a veces,
por no tener tu corazón en mí,
tu corazón inevitable y doloroso
en mí que estoy eternamente sola
cobreviviéndote.


Mario Benedetti

8/4/10

Abandono



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En la lejanía, el vago suspiro del viento sobre mi rostro golpeaba amargamente mi alma desnuda ante tal belleza, ante tal figura; excitante su cuerpo se abalanzaba sobre el mío mientras la luna nos miraba fijamente y ese ser vacilaba con sus rayos moldeando mi cuerpo con sus labios... Mi ser agotado quedo indefenso ante tal majestuosidad y en cuestión de segundos ya era suya, me entregaba a él como nunca lo había hecho, como si la oscuridad me tragara espaciosamente entre los restos de mi fortaleza ya marchita que aún se hacia notar en esos momentos de éxtasis donde mis movimientos se hacían más fuertes, pero simplemente se debilitaban al sentir su respiración chocando contra mi piel... Débil y excitada caigo presa de sus garras que aprisionan mi pecho y en un último suspiro sus colmillos se incrustan en mi piel; vuelta su alimento con los ojos entre abiertos contemplo por última vez su rostro, las fuerzas se extinguen hasta desaparecer; de mis labios un te amo y mi mirada solo le da el adiós y un inexistente ayer...

5/4/10

Una pesadilla mas


Sigue sin mirar atrás,
camina sigiloso
pues la confusión va detrás de ti...
Mirando rostros supremos
caes en frío;
congela ilusiones;
corres guardando el mañana
sabiendo bien que es hoy...
El sueño jamás existió
Todo se desvanece y cae
Junto con el vientre del deseo...
Los óvulos fecundados
por un consuelo inmundo
fetos iluminando un camino de perdición
claman madres perdidas en el horizonte...
Pensando caes,
recoges tu hija muerta
y sigues pregonando amor
a un recuerdo obsoleto...
Mil historias,
mil vidas diferentes,
una conciencia,
un vacío infinito...
Sonries bajo la lluvia ácida,
llagas en tu piel,
sange en el suelo...
Un cuerpo inherte,
un cuerpo vacío
mientras el deseo vuela hacia la razón,
contemplando bosques de desolación...
Una más,
una caida más
y ves tu fin.
Bajas las manos
y pidiendo clemencia
dices Adiós...
¡¡DESPIERTA!!

Solo fue una pesadilla más.

4/4/10

Pequeños párrafos escritos mientras no estas

Como me encanta oir ese juego de palabras cuando aún estoy despierta en el silencio aqui en la cama. Si colgar en el telefono de pronto nos amanece siento tan rápido el tiempo hasta la luna se desvanece. Como quisiera hoy tenerte a mi lado y decirte lo mucho que te extraño.
Es que estoy acostumbrada en el silencio a oir tu voz que me llega hasta los huesos y en el calor en el tono mas intenso desbordo el amor, como quisiera que sintieras esto. Como deseo estar en seguida de tus risas y sientiendo tus caricias todo el día ahí estaría. Por lo pronto solo me queda encontrar una manera de tenerte entre mis brazos.


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Sé que no cumplí con lo que prometí pero no puedes decir que nada te dí, que me burlé de ti y que en verdad no estube aquí. No hay nada que pensar. Terminará, no volverás, entre mis venas quedarás. Puedo sentir lo que piensas de mi y no se siente nada bien. Si cruzar el umbral significa huir entonces que puedo decir. Terminará un cuento más que se me escapa sin final.


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Para ti, mi vida entera es para ti no puedo mas que sonreir si caminas cerca y a mi lado para ti, mi corazón es para ti. Revivir, entre tus brazos revivir cada mañana y descubrir que me brilla el sol porqe me amas; revivir entre tus labios revivir. Quiero volar contigo, quiero soñar contigo y descubrir el mundo siempre junto a ti. Quiero vivir la vida siempre a tu lado vida sientiendo una lluvia de calor en mi interior. Junto a ti, envejecerme junto a ti se que te puedo hacer feliz nunca supe nada asi de claro; somos dos y cuando duermo escucho tu voz. Estoy llena de amor y quiero entregartelo, hoy siento un poder que es infinito entre tu y yo.