23/12/11

Magic


Quise mirar en retroceso y me invadieron mis tormentas. Fue inevitable verte a lo lejos de mis recuerdos y no sentir como los truenos nublaban mi mirada. Recuerdo haber estado sentada sobre aquella barca y navegando mi pasado. No podía divisar más allá de unos cuantos momentos a lo lejos y mis climas cambiantes con cada uno de ellos. Aves mudas, cielos secos, tragedias. Te vi. Lloví. La calma bajo mi tormenta se sentía fresca, ligera. Remé para llegar a ti y los recuerdos pasaban veloces a mi lado. Soles ardientes de pasión que volvían a quemar mis muslos, brisa de tus playas que acariciaba mis labios, vientos en mis copas que cantaban tus melodías. Cerré los ojos, la tormenta se calmó. Estabas ahí aguardando por mí en la soledad de la perdición, en el limbo del sentimiento donde nadie guarda rencor, donde todo está perdido y encontrado.

19/12/11

Reflejos en tus ojos.


Hubieron luces en el oscuro túnel en donde reposaba mi alma. Recuerdo haberme sentido como volando, nada más. Flotaba en un oscuro lugar lleno de pequeños destellos de luces que coloreaban mi silueta. Estrellas espontáneas que rodeaban mi aura, tu ausencia. ¿Me estás abrazando? ¿Has vuelto a mis brazos? En un instante casi perfecto y eterno sentí tu cariño detrás de mí y cómo tu nostalgia mi cintura. Y tus besos, tus besos. Recuerdo tu sabor, me acompaña casi todo el tiempo. Tiempo. Esposándome a sus caprichos te dejo en tus sueños sin traerte a vivir a los míos. Ésta oscuridad no sería lo mismo si estuvieras aquí reflejando las estrellas en tus ojos, tendríamos suficiente luz para crear nuestro universo. ¿En qué diablos estoy pensando? Estoy aquí sola sintiendo música entre mis dedos y mis caderas. Así te sientes: como MÚSICA. Sigues aquí sin estarlo del todo y se que cuando regrese podré tenerte de nuevo, no del todo casi eterno.

15/11/11

"Sirena" y "Ulises"

Sirena

Cubriendo la entrepierna con escamas,
mujer, os volvisteis apetecible
mito, un embrujo en que se hizo imposible
el placer de compartir vuestra cama.

¡Cantad a pulmón la maldita escala en vuestro vientre! La melodía simple
que arranca la razón con dulce timbre
y el mar se hace una falda milenaria.

Yo sólo quiero navegar dormido
en ese regazo hostil y profundo,
naufragar porque quiero conoceros.

No me importa quedarme en el olvido
si escucho vuestras voces mientras me hundo
cantando para el amor y la muerte.



Ulises
Cantando para el amor y la muerte
si escucho vuestras voces mientras me hundo
no me importa quedarme en el olvido.

Naufragar porque quiero conoceros
en ese regazo hostil y profundo
yo sólo quiero navegar dormido.

Y el mar se hace una falda milenaria
que arranca la razón con dulce timbre,
en vuestro vientre, la melodía simple.
¡Cantad a pulmón la maldita escala!

El placer de compartir vuestra cama,
mito, un embrujo en que se hizo imposible,
mujer, os volvisteis apetecible
cubriendo la entrepierna con escamas.



Alberto Pazos.

11/11/11

Mátame dentro de tu noche y déjame eterna entre tus sueños a cumplir. Hay un gran camino recorrido entre tu piel y mi piel y de tus besos a mis labios no había más que deseos compuestos de canciones y emociones. Aquí hay unas cuantas sensaciones impregnadas de tinta que no sabe mentir. Es que son solo palabras lo que puedo dar de mí: escritas, habladas y son todo lo que quiero decir. Arrástrame con tus ausencias, sinfonías de miradas que se clavan en la noche como estrellas que deslumbran al mirar fijamente. Ya no recuerdo más tus pasos detrás de mis andanzas. ¿Sueños rotos? Eso pisamos al estrellarse el barco. Quizá todo es obra de mi memoria que se niega a recordarte como eres. Ahora te recreo en diferentes modalidades que no se cual sea la verdadera. Nos hemos puesto máscaras de ternura, de paciencia y de nostalgia cuando en realidad ya no es nada de lo que se pensaba.

Terrified...

9/11/11

LA FURIA DEL VIENTO

El tiempo pasa y yo sin ti

El tiempo pasa y yo sin ti

contemplando la luna en el mismo sitio,

durmiendo entre sollozos,

esperando la furia del viento.

Las nubes amenazan con lágrimas sangrientas

mientras mi cuerpo arde en lamentos

recordando el tiempo aquel,

nuestro tiempo.

Solo una última palabra,

esperanzas fingidas,

corazones marchitos

y almas rotas.

El tiempo pasa lento

mientras tus palabras recorren mi cuerpo,

mi alma desnuda;

y clavando puñales en lo hondo de mí ser.

Trato en vano de sacarte de mí,

de mis pensamientos.

Trato de sacar

todo lo que dejaste en mí

pero nunca lo logro.

Tu recuerdo me atormenta

y termino nuevamente en el suelo

llorando tu traición,

comiendo fango del camino andado.

Quedaste en mí,

marcaste mi existencia

y solamente ríes y te vas.

Das la media vuelta mientras yo

me quedo aquí

lamentando tu partida,

tratando de sacar lo que dejaste impreso en mí,

tratando de seguir caminando,

tratando de salir con tu traición a cuestas

escondida de los otros que

juzgan mi sentir como solo una tontería más…

como solo algo vano…

Yo muero por dentro

tratando de olvidarte,

tratando de dejar todo atrás

esperando que la furia del viento

te arranque de mi pensamiento,

de mi alma,

de mi ser…

Ahora yo,

en soledad,

trataré de quitar tu aroma de mi piel,

tus besos de mis labios

aguardando que

la furia del viento

arranque lo que dejaste en mí.



Ayumi Hikayu ♫

5/10/11

Pelea con el corazón.


No sé que decir, no sé que hacer cuando mis ojos solo tienen delante una espesa capa de niebla. Cuando sólo veo un vacío blanco. Recurro a ti, recurro a mí. Siento que siempre me has ayudado. Me has enseñado a aceptar la vida que me ha tocado vivir. Ahora te pido que me ayudes, dime qué debo hacer! No es fácil eso es algo que he venido notando. No puede ser difícil no tendría objeto esto. Te hablo y sé que estas ahí; sé que me escuchas, también te escucho. Normalmente me traiciono. No sé por que lo hago, no sé que hacer contigo, no sé que hacer conmigo. Siento como si solo estuvieras para divertirte de mi sufrimiento. Me engañas, es extraño. ¿No te das cuenta que solo nos estás lastimando? Por eso te pido, tú que eres parte del todo, deja de remendarte, soporta las heridas que has aceptado recibir. La belleza que dentro llevas es la misma que me has dado y que el sufrimiento por el que atraviesas es el que nos ha cegado. No sé, ahí dentro ha de ser difícil vivir sin presiones, siempre tras tus paredes infalibles, aislantes, cálidas, engañosas. Me has enseñado tanto y nuestros errores nos han traído lo que tenemos en este momento agobiándonos y, sin embargo, sigo aquí escuchándote, ¿Cómo podemos ser tan estúpidos? Sabemos lo que nos molesta y lo seguimos llevando a cuestas. Poco a poco nos vamos odiando. Si sabemos que estamos juntos ¿Cómo podemos vivir con este error? ¿Cómo podremos vivir uno en el otro? si poco a poco dejamos de escuchar nuestras voces hasta llegar el momento que ni siquiera nos recordemos y sigamos estando juntos. Tú ahí dentro, yo aquí afuera y a pesar de que estoy a la intemperie, cada vez siento más que lo que provoqué por tu culpa acaba lastimándote más a ti que a mí. ¡Qué estúpido decir esto si somos uno solo! Yo solo soy el muro que te retiene de explotar pero ¿de qué sirve si yo exploto?
¿Por qué siempre te escucho? ¿Será porque te llevo tan dentro que no te puedo sacar? moriría. Sólo espero el momento en que tus engaños se conviertan en verdades. No sé cuando suceda esto, no sé si sabré escucharte para ese momento.


Ayumi Hikayu♫

21/9/11

No poder soñar.


Hermoso lobo

que en las noches lluviosas

de luna llena a su antojo

trae consigo melancolía

que le inunda el pecho

de depresión y enojo.

Caminante oscuro, solitario

Que vuelve a su cueva

Sintiendo ansiedad que devora su cuerpo

Y esperando el momento

de saciar su hambre infernal.

Con su paso cauteloso,

Infeliz y desdichado

deja huellas,

imborrables con el tiempo,

que pisotean las rosas color rojo.

Recuerdos deslumbrantes

de cosas bellas

que liberan lágrimas crueles

al recordar su despojo.

Despojo, ser libre

de cosas que fueron,

siempre,

sus propias dueñas.

Es su alma misteriosa,

Deseosa de paz

Que grita por las noches

Queriendo desahogar

La rabia, la ira,

el no poder soñar.

Ya no hay más cantos a la luna.

Ya no hay más bailes al caer el sol.

Se le ha borrado la sonrisa.



Ayumi Hikayu.

13/9/11

Caricias.


Acércate. Piérdete en éstos ojos que no te dejan de mirar. Me he encontrado en ti. Te estoy grabando en mi piel. Un estremecer cuando me tocas, una senación que no puedo describir. En el aire notas danzantes que no paran de llover y que mezclan en el aire nuestras almas en viaje astral. Hologramas de tus ojos recorriendo mi espalda. Paredes que susurran una y otra vez nuestras palabras. Explosiones en el aire que se encuentran en silencios de colores cambiantes. Dentro de éste espacio estamos solos tú y yo tranformados en instrumentos tocando la mejor melodía. Esas caricias que me das, esos besos que me llevan a otro lugar. Dibuja nuevos paisajes en mi piel, deja la marca de tu paso en mi ser. Se inmortaliza cada momento y somos perfectos: somos música. ♫


Ayumi♥

"Somos como Beautiful de Cerati...." Duendecillo mío.

4/9/11

Cuando quiero aliviar mi alma y sentir paz me gusta sentir tu corazón palpitar estando tu cuerpo hundido en mi mar.♥
Ayumi♫

22/8/11

Delirio

En la persuasión, en íntimo delirio...

Es fugaz, incierto en dicha, es mentira,

masacre y miedo, melodía delira

e inspira vencidos, sin vida a un lirio.

¡Qué muerte interna, enferma luz de cirio!

Entre estertores, una frugal ira,

cuerpo agónico, intacto, hostil expira;

extrañeza insensata, hondo martirio.

Miserias arrebatan en bondades,

es cadáveres, es sufrir en la nada;

intensa elegía, falsas piedades.

Porque en los deseos, ésta alma es hada

y contumaz se alza, a fidelidades

obituario insano, mente inmolada.

Hadifantástica.♥♫

A un lugar.

Donde la ausencia mate

y el recuerdo haga ausente el presente.

Donde el recuerdo hiera

y el olvido acabe.

Donde el dolor de la soledad

extinga mi ser.

Al principio: la muerte...

y que ésta dé la vida.

Donde el amor se apaga

y la soledad te brinda

la muerte necesaria

para renacer.

En donde los pasos no suenan

y no se cuentan las palabras.

Donde no pagas la entrada...

Donde el amor no existe.

Donde la sed te mata...

Y la verdad alcanza.

Donde la vida acaba...

y la luz se enciende

y el dolor está presente

y la fe y la nada.

Donde el libro se cierra...

Y ya no es tuyo...

Y ya no es blanco...

Y ves que escapa.

Donde no existe el presente

ni el pasado

y el futuro se apaga

¿A dónde voy?

Donde el sufrimiento embarga

al corazón que lo aguanta.

Donde la sangre quema

y el sabor se acaba.

Donde la vida empieza

y la luz se apaga.

Donde el dolor no existe

ni la fe, ni nada

Donde se esfuman los sueños

y la esperanza acaba.

Donde no hay cariño

y la sangre se derrama.

Y la piel,

Y el corazón,

Y el alma,

Y ya no hay más,

ya no hay nada.

¿A dónde voy?

Donde la tierra acaba.

Donde el rojo es blanco

y el azul la nada.

Donde no hay llanto

y la mirada vaga.

Donde nada vale.

Donde no importa nada.

¿A dónde voy?

Donde no vistes

si no es la piel del alma.

Donde el deleite es nada

y el placer se acaba.

Donde no hay NADA

¿A dónde iré?

¿A dónde voy?


♪Ayumi Hikayu.

17/8/11

"Me entrego completamente al contexto de tus manos. He descubierto que no tengo más motivo que lo mucho que hemos grabado en el aire con gemidos y en la piel con cada beso. Me entrego por completo a tu fuego, a tus miradas que se aferran a mis caderas, a la miel sobre mi cuerpo al sentirte morir entre mis mares. Infestadas estan nuestras costumbres de danzantes notas musicales y colores naturales de las luces destellantes de nuestros cuerpos cambiantes."

Edith

La distancia de los cuerpos.



Me mantuve oculta en la oscuridad, mi vida pasó por mi mente en segundos. Pensé en él.

Cerré mis ojos y deseé que nada de esto estuviera pasando. Me acosté en posición fetal. Le lloré. Me lloré. Recordé todos los momentos de enojos y cada una de mis alegrías. De fondo gritos escalofriantes dentro de un silencio eterno. Creí que estaría segura y me tape los oídos. Después de 4 días caí en un profundo sueño.

Nada había cambiado sin embargo no estaba en el mismo lugar. Me levanté desconcertada y miré alrededor. En el piso yacías inmóvil, frío. Desperté.

Por alguna parte entró la luz del sol, solo un pequeño rayo que alcanzó a alumbrar mi frente. Me asomé solo un poco, no había ruido. Fue escalofriante. Salí de mi escondite y miré la plaza llena de sangre y cuerpos sin vida. Brazos, piernas, uno que otro dedo y ojos regados por todo el piso. La sangre adornaba, brillante, todas las ventanas de los negocios. Estaba sola.

Esquivando los restos humanos y con sentimientos encontrados tenía que asomarme a alguna de las tiendas. Moría de hambre. Caminé unos 10 cuerpos, dos brazos y tres piernas hasta llegar a un minisúper. Todo seguía en silencio. Una de las puertas estaba abierta, los ventanales teñidos en rojo y creo haber visto un pedazo de alguien colgando del anuncio de afuera. Me asomé y no alcancé a distinguir nada peligroso. Saqué el celular y encendí la luz. Entré. Tomé una bolsa plástica y me dirigí directo a las latas mientras, de nuevo, esquivaba pedazos de ellos. Los estantes no estaban lejos, quizá unos dos o tres cuerpos después de la puerta. Cogí unas cuantas latas, pañuelos desechables y me fui un poco más lejos por unas botellas de agua. Tomé unas cajetillas de cigarros. Salí. Lo había logrado. Regresé hacía donde estaba escondida. No sentí hambre. Encendí mi cigarrillo y volví a pensar en él. A lo lejos alcancé a distinguir que algunos caminantes comían mientras la víctima aún gritaba y moría. El miedo se volvía un estado definitivo. No tenía música, los gritos se volvían la única melodía. Cerré los ojos y tapé mis oídos. Recordé su voz. ¡Bastardos hijos de puta! Me quedé sola.

Tres cigarrillos pasaron hasta que escuché como se acercaban varios de ellos. Me escondí. Fue horrible ver como seis de ellos se llevaban, agonizando, a esa señora. Se la comían poco a poco. Ojalá hubiera muerto ya. Mis sentimientos iban pudriéndose dentro de mí. Las lágrimas brotaron exponiendo mis recuerdos al viento. Cerré los ojos y lo vi, frente a mí, acariciando mi rostro, hablando de amor. No podría salir. Dormí. En mitad de la noche me despertaban los gritos desesperados de las personas que querían escapar de las garras de esas cosas. Quizá no estaba cerca de mí pero en la ciudad había tal silencio que a kilómetros se escucharía si me arrancaban los miembros.

Por la mañana, otra vez, el silencio mecía las nubes en el cielo. Decidí salir. Bebí un poco de agua, abrí una lata de atún. Comí. Habiendo comido más a fuerza que de ganas encendí un cigarrillo y empecé a brincar cuerpos para salir de la plaza. Teniendo extremo cuidado pero ágilmente logré llegar a la salida después de cuarenta y cinco cuerpos contando las partes sueltas, claro. Estando en el estacionamiento alcancé a divisar quizá unos seis o siete caminantes que comían policías cerca de un teléfono público. Reí a carcajadas por dentro. Busqué con la mirada la patrulla y me acerqué esperando hubiera algún arma. La encontré. Jamás en la vida había disparado una escopeta ni un arma más pequeña. La tomé y revisé las municiones. Había unos cuantos cartuchos en la guantera y el arma estaba cargada con cuatro tiros. Los cogí y me alejé cuidadosamente. Salí del estacionamiento y caminé por la avenida intentando recordar alguna melodía. Tarareaba en mi mente, me daba miedo hacer algún ruido que no fueran los de mis pasos. Encendí otro cigarrillo. Fue inevitable, en varios momentos, no recordarlo haciéndome el amor o besando mi espalda. Con algunos pasos solté lágrimas que seguían despojándome de toda emoción. La idea era caminar hasta encontrar un lugar donde esconderme de noche. No sabía hacia donde estaba caminando solo me fijaba que en el camino no me tropezara con algún muerto o muerto vivo. Sin querer llegué hasta donde todo había iniciado para mí. Cuando alcé la mirada fue cuando me percaté de ello. Estaba a unos 5 cuerpos de donde él había muerto y ya no estaba. Fue en ese instante que recordé su voz llamándome AMOR y diciendo te quiero. Así lo recordé. Encendí mi cigarrillo, le di dos fumadas y escuché pasos. Gruñidos desconcertantes y estremecedores. Nunca había sentido tanto miedo. Iban por mí, sin duda. Volteé y lo vi ahí frente a mí sin un ojo y con una gran mordida en la cara y en las costillas. Ya no era él. Después de esto no volvería a llorar. Tomé la escopeta. Cargué. Corrió gritando hacia mí para atacarme. Jamás olvidaré el sonido de su cráneo al estallar. Grité por dentro ahogando mi dolor y me tiré al suelo.

Mis manos tiemblan mientras escribo esto. En verdad ya no está. Me quedé sola.

Ayumi.

20/7/11

Surfeando en tus olas.


No es que quiera pero a mis ojos les da por recordar tus besos. Aún escucho tu recuerdo en el baño fumando de madrugada.
Son tus notas grabadas en mi memoria resonándote en los árboles que nos miraban. Son algunos de tus besos que me coquetean por las tardes. Quiero dejar mis noches entre tus piernas mientras tu saliva sigue embriagándome. Es como mirarnos y enamorarnos en una estación de tren y después olvidarnos.

Te dibujo en colores neón con mis dedos en los recuerdos de nuestras noches de pasión. Si lograra olvidarte no sería vida. Yo también guardaría tus noches en mi bosque y nadaría en tus mareas a la luz de la luna. ¡Tengo que detener esto antes de que amanezca sin recordarte! Son partes de mi memoria, momentos específicos donde me gusta guardarte. Quiero otro de tus arcoiris no un cumulu nimbus de tus ausencias. Estar sin ti es como caminar en una playa invernal. Todos nuestros momentos desfilando borrosos frente a la distancia, siento las vibraciones en mi piel y como tus notas me recorren otra vez.
Y qué? Son sólo tus ojos los que quiero besar.

- ¿De qué color es el amor?
- No sé, lo he olvidado.

Me dispongo a emprender el vuelo, ya no se escuchan tus notas al despertar. ¡Qué delicia surfear en tus mareas! Con tu cara cerca de mis rodillas era la lluvia la que nos cantaba al hacer el amor. Te extraño aferrándote a mí al dormir. Tus notas recorriendo mi cuerpo y mis manos comiéndote a besos en la oscuridad y cerrar los ojos y sentirte en mí es volar, viajar al cielo, subir y volver a bajar.


Ayumi♪

18/7/11

The Point of No Return.


Estaba acostado en ésa que se convertía en “nuestra cama” con suaves sábanas blancas. Bebía un whisky en las rocas y escuchaba a Pink Floyd semi-acostado bajo la ropa de cama con la cabeza hacia atrás y los ojos cerrados dejando que la música le embriagara más que el alcohol.

No recuerdo haber estado tan nerviosa en otra ocasión. Era como verle por primera vez. En mi cabeza miles de imágenes pasando rápidamente y en el centro él, solo él.

Me paré en frente con aquel liguero negro que había elegido para mí y unas medias con detalles de listón rosado en la parte de atrás de las piernas. Mi cabello lacio tapaba mis pechos y mis ojos ahumados en negro le miraban con tanto deseo. Portishead sonando. Recuerdo su rostro de satisfacción. Levantó la cabeza, abrió los ojos y me vio como primera imagen ardiente, caliente. Si se hubiera visto. Sentí la adrenalina correr por mis venas. El nervio desapareció.

Le dio un buen trago a la bebida mientras yo bailaba acercándome a la cama. Me miró con ojos incandescentes. Me subí y jalé las sábanas hasta despojarle de ellas por completo. Le acaricié las piernas hasta llegar al bóxer y lo quité. Desnudo le miré desde los pies, lo recorrí por completo violentándolo con la mirada. Tomé su miembro que comenzaba a tomar firmeza, me miró con aceptación y bajé mi cabeza. Con movimientos delicados arriba y abajo le daba placer mientras tomaba fuerte mi cabello. Aumentaba su firmeza y se sentía más inquieto gimiendo y disfrutando. Sabía que eso era lo que deseaba. Le recorría el miembro con mi lengua un par de veces y volvía a introducirlo en mi boca. Tool invadía el cuarto.

Jala mi cabello quitándome de su vientre y me dirige a un lado tuyo. Me acuesta boca arriba y quita mi cabello del pecho para acariciarme y besarme. Su mano derecha se escabulle hacía mi vientre. No dejaba de besarme siempre con los ojos cerrados. Una de mis sensaciones favoritas: abrir los ojos y verme reflejada en los suyos. Pink Floyd de nuevo, One of My Turns: qué adecuado! Sus dedos jugueteando en mi sexo, su lengua seduciendo a la mía y nuestro calor encendiendo la cama. Entrada y salida de sus dedos y yo gimiendo en su oído haciendo que aumentara el ritmo. Antes de hacerme llegar se detiene, - No es divertido cuando terminas antes, nena.

Lindo cuando me habla así.

Me levantó sobre él para sentarme. Mirándonos a los ojos y tomando mis caderas me sienta y me penetra con fuerza colocándose completamente dentro. Fue uno de esos momentos en que un mundo de emociones nadan entre fluidos, sudor y caricias. El vaivén de las caderas al ritmo de sus manos. Descontrol, pasión y amor llenaban el cuarto. Recuerdo escuchar de fondo Explotions in the Sky. Le tomo del cuello aferrándolo a mí y en un instante los cuerpos encajaron perfectamente y el orgasmo los invadió a la par. No paré. No paró. Nos incendiamos. Hacía cuantas noches nos habíamos deseado. GodSpeed You Black Emperor. En un grito que resonó en la habitación quedó grabado el amor que sentíamos los dos como si la música hubiera absorbido el momento entre sus notas. Abrí los ojos y le miré mojado bajo de mí. Acaricié su rostro. Me miró sin soltar mis caderas, sonrió.

Me quité de encima con una sensación indescriptible en el pecho y en todo el cuerpo como si mis 21 gramos se hubieran ido y regresado en cuestión de minutos. Me recosté y cerré mis ojos. No podría describir con palabras lo sucedido. Tocó mi hombro llamándome y me encendió un cigarrillo. ¡Qué rico es estar puesto antes y después y durante del amor! Después me encendió un tabaco y le di un sorbo a su whisky. La Especialidad y su Tanque amenizaron las fumadas. Al lado mío él tomando mi mano, mirándome a los ojos, fumando.

Son instantes, momentos importantes que se quedan grabados en la memoria como él desnudo en la mía. No hacían falta palabras, es cuando sabes que encontraste a alguien realmente especial. Terminamos el cigarrillo y los tabacos también.

–Recuéstate en mi pecho.

¿Cómo podría yo negarme a eso?

Le abracé cariñosa como siempre. Sabía que se irías antes de despertar, tenía que aprovechar y caí perdida entre sus brazos.

Aparecían los primero rayos del sol en la ventana y todos ellos se dirigían hacía mi cara. No sentí sus brazos, era de esperarse. Me escondí bajo las sábanas y me giré al otro lado. Mi sorpresa fue verle dormido recostado junto a mí. No tenía nada más que hacer. Lo abracé por la espalda y al oído le dije un Te Quiero. Con su mano tocó mi mano y dijo – Vuelve a dormir preciosa.

Había regresado.



Ayumi Hikayu. ♫




♪Hans.

29/6/11

Recuerdo.



"Quiero entender tu pensar
para así no caer en éste olvido..."
Los Souvenirs.


Parecía un día normal pero había algo diferente dentro de él. Sintió una necesidad de soledad que invadió todo su ser. Sin pensarlo dos veces cambió el rumbo. Comenzó a caminar sin dirección. Con sus audífonos puestos la música lo transportaba a mundos que solo él conocería, le hacía sentir emociones incomprendidas. De pronto ya nada era lo que parecía. Sus pasos se sentían ligeros, el movimiento de sus manos al andar era como el va y ven de la marea, sus cabellos ondeando con el viento y el mismo viento acariciando sus mejillas y su cuello. Levantó la mirada y las líricas parecían escribirse en el cielo. Aves trinando, personas caminando. Todos ellos se volvían ritmo con el tiempo.
Se detuvo un momento, encendió un cigarrillo y siguió caminando. Cada fumada le traía un recuerdo y el lugar comenzaba a recrear, a detalle, cada momento. La música se fusionaba con su aliento y su voz salía en espera de instalarse por completo y adueñarse de cada uno de sus sentimientos. Se terminó el cigarrillo, miró hacia abajo y sus pasos se pintaban de colores en el suelo. Se encontró en un parque solitario y se sintió aliviado. Siguió caminando hasta adentrarse y encontró un árbol frondoso casi a la orilla de un pequeño lago. Fue el lugar perfecto.
Acercándose tocó la corteza de aquel tronco grueso y sintió las energías mezclarse. Una sensación incontrolable le hizo volver a recordar. Se sentó recargándose y encendió otro cigarrillo. Por fin estaba sólo. Fumó. Dejó que la música lo transportara hasta dónde quería volar. Fumó. Pensó en ella y suspiró. Por fin estaba solo con su recuerdo.


Ayumi♫

♣En algún lugar
de mi bosque te encuentras, Duende.
Puedes cruzar
al jardín de mi alma
y espiar lo que nadie más ve.♣

22/6/11

Tú...

Había encontrado

Atmósferas cambiantes

Naturales aromas

Sensaciones astrales.

Durmiendo en tus brazos

Uniendo las manos

Encontré tu mirada

Navegando en mi cuerpo

Desnudando mi alma

Entregado al deseo.



Ayumi ♥

21/6/11

Esas noches nuestras.


Estos fantasmas míos

que me persiguen por la noche,

que atormentan mis sentidos,

que alteran, intenso, mis latidos.


Estas manos mías

que te quieren devorar,

que te tocan y me hacen recordar,

que te recorrieron mientras dormías.


Esos besos tuyos

que me encienden y me atrapan,

que me elevan y me agarran

aferrándome a tus manos

y relizando los deseos.





Hadifantástica ♫


Para mi Duende.

La Luna y El Sol.


La Luna desangra sus aguas,

mi nocturna luz se esfuma;

ataraxia que se derrumba

en la penumbra de sus almas.


El Sol que quieto se arrumba

y sólo ha perdido las armas

de calmar lo que tú calmas

con tu apacible ternura.


La Luna se apaga

en tu infinito mar,

el mar que embriaga

a mi humilde tempestad.


El Sol ha caído mal

y tu desnudez lo demanda

destrozando la realidad de mi piel insana.


La Luna que mata

y el Sol que desata

los cuerpos caídos,

los muertos de miedo.



Hadifantástica ♥


Para mi Duende♥

10/6/11

Incrust(H)ada


Déjame escucharte
hablar sin palabras
y déjame amarte
sin cuerpos ni nada;
ni sin tenerte de frente
me quita las ganas
de al fin poseerte
y quedarme incrustada
en tu alma
y tus notas.

Y mis animales
sin culpa ni muerte
corrompen los males
sin dejarme verte;
tus ojos irreales
sin dejar temerte,
ser trascendentales
llevarte y traerte.

Tus labios, mis labios,
déjame tenerte,

movimientos reacios
me impiden perderte,
soñar los palacios
sin miedo a quererte,
romper los espacios.


Hadifantástica♥